Nacional

Trump acusa a Obama de traición y exige que sea investigado


Por Estefany Rangel

Publicado 23 de jul. de 2025

Donald Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una nueva polémica al acusar públicamente a su antecesor, Barack Obama, de traición, alegando que lideró una supuesta conspiración para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Filipinas este lunes 22 de julio, Trump afirmó que documentos recientemente desclasificados por la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, prueban que Obama y altos funcionarios de su administración habrían usado el aparato de inteligencia para fabricar el llamado “Rusiagate” y así socavar su llegada al poder. “Esto fue un intento de golpe electoral. Fue traición, y debe haber consecuencias. El Departamento de Justicia no puede seguir ignorándolo”, sentenció Trump ante los medios. El exmandatario también pidió que se abran procesos formales contra otros actores políticos, incluyendo a Hillary Clinton, Joe Biden y los exdirectores de inteligencia James Comey, John Brennan y James Clapper. Un portavoz del expresidente Obama calificó las acusaciones como “absurdas” y “una maniobra para desviar la atención del caso Epstein”, luego de que el nombre de Trump resurgiera en documentos relacionados con el fallecido magnate. “El presidente Obama no suele responder a estas teorías conspirativas, pero esta afirmación es tan escandalosa que merece una aclaración: no hay absolutamente ninguna evidencia que respalde lo dicho por Trump. Es simplemente un intento desesperado por desviar la atención”, expresó el vocero. Las declaraciones de Trump reviven el ya conocido Obamagate, una teoría impulsada desde 2020 sin pruebas judiciales concluyentes, en la que se acusa a Obama de haber orquestado una persecución política en su contra a través del FBI y la comunidad de inteligencia. Pese a que informes oficiales del Senado y de la comunidad de inteligencia confirmaron la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, también dejaron claro que no hubo manipulación directa de votos ni evidencia de un complot liderado por el gobierno de Obama.