Por Estefany Rangel
Publicado 11 de jun. de 2025
Los Ángeles, Estados Unidos
En medio de las crecientes protestas contra las redadas migratorias, el presidente Donald Trump ordenó este lunes (9 de junio de 2025) el despliegue de 2,000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional en Los Ángeles, informó el Pentágono a través de su portavoz, Sean Parnell. "Por orden del presidente, el Departamento de Defensa está movilizando 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional de California (...) para apoyar al ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) y permitir que los agentes federales cumplan con sus funciones", publicó Parnell en la red social X. Este nuevo contingente se suma a los 2,000 elementos enviados el pasado sábado y a los 700 marines anunciados más temprano ese mismo día, lo que eleva a cerca de 5,000 el número total de efectivos federales en la ciudad. El movimiento ha generado fuertes tensiones con el gobernador de California, Gavin Newsom, y activistas por los derechos civiles. El despliegue de marines en activo —provenientes de Camp Pendleton— fue confirmado por un funcionario del gobierno federal, quien, bajo condición de anonimato, explicó que la medida responde al “aumento de las amenazas contra agentes federales y edificios federales”. Inicialmente se habló de 500 marines, pero más tarde la cifra fue actualizada a 700. El Ejército estadounidense confirmó que se trata de un batallón de infantería que se integrará a la operación denominada Task Force 51, junto con 2,100 miembros de la Guardia Nacional. Las fuerzas, aseguró el mando militar, están “entrenadas en desescalada, gestión de multitudes y normas para el uso de la fuerza”. La respuesta del gobernador Newsom no se hizo esperar. Visiblemente molesto, criticó la decisión del mandatario como autoritaria: “Los marines de Estados Unidos han servido honorablemente en múltiples guerras en defensa de la democracia. No deberían ser desplegados en suelo estadounidense enfrentándose a sus propios compatriotas para cumplir la fantasía demente de un presidente dictatorial. Esto es poco estadounidense”, escribió en su cuenta oficial de X. El despliegue de tropas activas dentro del territorio estadounidense sin el consentimiento del gobierno estatal es una medida excepcional que ha encendido las alarmas entre organizaciones civiles y defensoras de derechos humanos, que temen una escalada represiva en medio de las manifestaciones.