Por Estefany Rangel
Publicado 28 de may. de 2025
Diego Armando Maradona
El juicio que busca esclarecer las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona vivió este martes un giro inesperado y escandaloso: la jueza Julieta Makintach fue apartada del proceso tras ser acusada de participar en la grabación de una serie documental basada en el mismo juicio que presidía. La audiencia, celebrada en los tribunales de San Isidro, arrancó con un ambiente de tensión que fue en aumento. A las afueras, dos fanáticos agredieron físicamente al principal imputado, el neurocirujano Leopoldo Luque, mientras medios de comunicación de todo el mundo se agolpaban en busca de información sobre lo que ya es uno de los procesos más seguidos del país. El caso, que investiga si hubo negligencia médica en la atención de Maradona antes de su muerte el 25 de noviembre de 2020, tiene como imputados a cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo, todos acusados de homicidio simple con dolo eventual. El escándalo estalló cuando el fiscal Patricio Ferrari sorprendió a todos con la proyección de un tráiler titulado Justicia Divina, una serie de seis capítulos que, según denunció, había sido grabada sin conocimiento del tribunal completo, de la familia Maradona ni de los acusados. En el video, la propia jueza Makintach aparecía como protagonista, siguiendo un guion cuyo objetivo —según la fiscalía— era narrar el juicio desde su punto de vista. “La doctora Makintash volvió a mentirnos a todos en la cara”, acusó Ferrari, quien afirmó que la magistrada había actuado como “una actriz, no una jueza”. El tráiler mostraba planos estilizados de la jueza entrando al tribunal, con un seguimiento de cámara desde sus tacones hasta el ascensor. Luego, un montaje con imágenes de la muerte de Maradona y la reacción mundial daba paso a su figura caminando por los pasillos del juzgado, casi cinco años después del fallecimiento del astro. Las imágenes generaron un quiebre emocional en las hijas de Maradona, quienes lloraron desconsoladas. La indignación se apoderó de la sala. “Basura”, gritó uno de los abogados presentes mientras otros se sumaban al clamor por apartar a la magistrada. Mario Baudry, abogado de Verónica Ojeda, fue tajante: “Es impresentable, una persona indigna para ocupar el cargo de juez. Debe ser apartada en forma inmediata y la familia Maradona a la que represento va a tratar de que no sea nunca más juez en la provincia de Buenos Aires”. El abogado de las hijas de Maradona con Claudia Villafañe también calificó el hecho como “un bochorno mundial”. La defensa no se quedó atrás. Julio Rivas, representante de Luque, señaló: “¿Qué mejor final para un documental que una condena? Porque una absolución no vende?”, cuestionando la imparcialidad del proceso. Makintach negó rotundamente su participación en el proyecto audiovisual, aseguró ser víctima de una campaña de desprestigio y se rehusó inicialmente a dejar el cargo. No obstante, tras escuchar durante horas los señalamientos en su contra, terminó cediendo: “Hago lugar al pedido de recusación”, declaró. Sus dos colegas aceptaron de inmediato, advirtiendo que existían “pruebas graves y contundentes”. La jueza se despidió asegurando que su deseo era que el juicio continuara sin ella y “no haya más demoras ni dilaciones”. Sin embargo, su salida pone en duda la continuidad del proceso. Tras un receso de dos horas, las partes solicitaron la renovación completa del tribunal para evitar futuras nulidades. La decisión sobre el futuro del juicio será anunciada este jueves. Mientras tanto, el caso Maradona suma un nuevo y polémico capítulo que parece salido, literalmente, de un guion cinematográfico.