Por Estefany Rangel
Publicado 13 de abr. de 2025
Donald Trump
En un movimiento inesperado, la administración de Donald Trump decidió dejar fuera de los nuevos aranceles a una gama de productos electrónicos, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras y sus componentes. La medida, anunciada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) la noche del viernes, ofrece un respiro a los fabricantes —particularmente los chinos— en medio de una tensa guerra comercial. Este ajuste llega durante una pausa de 90 días decretada por el propio Trump, con la intención de revisar los llamados “aranceles recíprocos” aplicados a varios países. Sin embargo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue escalando. A pesar de la exclusión de algunos productos, el promedio de tarifas impuestas a las importaciones chinas asciende ahora al 145%, uno de los niveles más altos registrados desde el inicio del conflicto comercial. Las medidas arancelarias han sido justificadas por la Casa Blanca como una estrategia para contrarrestar las “prácticas comerciales desleales” de Pekín. Sin embargo, el alivio otorgado a ciertos dispositivos electrónicos busca limitar el impacto económico sobre consumidores y grandes tecnológicas estadounidenses, muchas de las cuales dependen de la cadena de suministro china. En respuesta, el gobierno de China incrementó este sábado sus propios aranceles sobre productos estadounidenses, con tasas que alcanzan hasta el 125%, profundizando aún más el conflicto bilateral. Pekín, además, advirtió que no reconocerá las nuevas tarifas impuestas por Trump, argumentando que los altos costos vuelven inviable la entrada de productos estadounidenses a su mercado. El conflicto comercial entre ambas potencias continúa generando incertidumbre en los mercados internacionales, con represalias mutuas que amenazan con impactar cadenas de suministro globales, sectores estratégicos y la estabilidad económica a nivel mundial.