Por Estefany Rangel
Publicado 13 de abr. de 2025
Apodaca
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, José Ramón Abundis Delgado, abuelo de Denisson Cuéllar García, el niño de tres años asesinado durante un ataque armado en Apodaca, habló sobre el momento en que la tragedia le arrebató a su pequeño compañero de tardes. “Era mi Spider-Man, mi alegría... no sé por qué se ensañaron con él”, expresó con dolor, recordando que, como muchas otras veces, ambos se encontraban sentados al frente de su carpintería, en la calle Río Lys de la colonia Pueblo Nuevo, cuando dos hombres en motocicleta irrumpieron sin aviso. “Vi que uno traía algo, quise cubrirlo... pero ya lo habían herido. Le dieron en la sien. Yo también fui alcanzado por una bala, pero la mía entró y salió”, relató mientras el recuerdo aún lo sacudía. La familia asegura que no habían recibido amenazas, ni notado nada inusual en los días previos. Don José insiste: “Nos dedicamos a trabajar, a nuestra carpintería. No entiendo por qué... llegaron directo, sin decir nada.” A unas casas del lugar del ataque, los seres queridos de Denisson colocaron una veladora donde cayó. Aún se distinguen las manchas de sangre en el suelo, testigos mudos de un momento que ha dejado una herida imposible de cerrar. Apenas en enero, Denisson había celebrado su tercer cumpleaños con una fiesta de Spider-Man, su personaje favorito. “Fue una hermosura de niño. Muy alegre, tremendo. No entiendo este dolor”, dijo su abuelo, abrazando el recuerdo de quien llenaba su taller de vida. El cuerpo del pequeño fue entregado a la familia este sábado y será velado en la casa de un familiar, para luego ser sepultado en el panteón municipal. La familia ha asumido los gastos médicos y funerarios en medio del duelo y la incertidumbre. Mientras tanto, la pregunta de por qué ocurrió este ataque sin sentido sigue sin respuesta.